David es un chico al que le apasiona la música, tanto que de pequeño aprendió a tocar el piano a un nivel avanzado.
A el le gusta el Jazz, un estilo que actualmente está muriendo. Esto le daba rabia por que la música comercial, machista y sin talento es la que más vende y triunfa.
Helena es una chica escritora a la que le gusta mucho escribir novelas y poesías. Esta a punto de conseguir un contrato con una editorial para sacar su primer libro.
Un día, los dos coinciden en un bar, y ella al ver que David está triste decide invitarlo a una cerveza.
-¿Un día gris?-. Le dijo helena con tono amable.
-Por desgracia si, he hablado con una discográfica pero no he conseguido que acepten mi propuesta de hacer una recopilación de Jazz-. Respondió David algo cabizbajo y con la mirada perdida.
Ellos dos siguieron hablando durante toda la noche, se acabaron gustando y decidieron quedar mas veces.
Con el paso del tiempo se hicieron pareja y se apoyaban el uno al otro.
Un día, Helena se puso muy triste porque la editorial le cancelo la salida de su libro, pero David intentando animarla la dijo.
-Si ayer tuviste un día gris, tranquila, yo haré canciones para ver si consigo hacerte sonreír-.
Pasados los años David consiguió un contrato con una discográfica, no solo saco un disco, si no que salía de gira cada dos por tres. Cada vez le dedicaba menos tiempo a Helena, y ésta se enfado.
Un día discutieron, y ella decidió marcharse de la ciudad para olvidar todo y perseguir su sueño de ser escritora.
-Si mañana tienes un día gris, tranquilo, yo no escribiré poesías o relatos para hacerte sonreír-. Dijo Helena enfadada.
Cogió las maletas y se marchó.
Para este relato me he inspirado en los siguientes versos:
Si ayer tuviste un día gris, tranquila.
yo haré canciones para ver si así consigo hacerte sonreír.
Es un fragmento de una canción de Alex Ubago